En la Pedagogía Waldorf la mesa de estación es es un recurso que señala las estaciones del año. Se decora con elementos naturales y figuras que reflejan la estación actual, ayudando a los niños a conectar con el ritmo de la naturaleza y observar los cambios estacionales. Fomenta la creatividad y la sensibilización hacia el entorno natural, ya que se arma con elementos que los mismos niños y niñas van recogiendo en sus caminatas.

Conexión Natural y Creatividad: La Mesa de Estación en la Pedagogía Waldorf

En la Pedagogía Waldorf la mesa de estación es es un recurso que señala las estaciones del año. Se decora con elementos naturales y figuras que reflejan la estación actual, ayudando a los niños a conectar con el ritmo de la naturaleza y observar los cambios estacionales. Fomenta la creatividad y la sensibilización hacia el entorno natural, ya que se arma con elementos que los mismos niños y niñas van recogiendo en sus caminatas.

La Importancia de los Ritmos en la Vida Diaria

Para niños y adultos, tanto la pedagogía Waldorf como la Pikler nos dan certezas, nos marcan coreografías, nos dicen qué esperar en cada momento del día, de la semana, del mes y del año, por ejemplo: de la muda, del almuerzo, de la siesta, cuándo ir al patio, a lavarnos los dientes, el reencuentro, la caminata, etc. Esto se lleva a cabo con cada rima, cada canto, cada anticipación, cada gesto: la adulta a cargo nos da la seguridad que tanto necesitamos.

Nos ayudan a reducir la ansiedad, a conectar con lo que estamos haciendo, a conectar con el otro, entre nosotros y con nosotros mismos. Nos permite entrar en el estado de flujo y así poder desplegar lo mejor de nosotros mismos. Somos capaces de aprender, de crear y crecer en nuestra máxima expresión.

La mesa de estación y la puesta en valor de los ritmos anuales, mensuales y diarios son un oasis para darnos certezas y así poder navegar tranquilos en este mundo vertiginoso en el que vivimos.

Reproducir video acerca de Mesa de Estación y Ritmos

La Mesa de Estación es un refugio de tranquilidad y conexión en este mundo.

Con cariño,
Claudia Guerrero