En Casa Roble, estamos orgullosos de que nos consideren «hippies». ¿Por qué? Porque aquí, en nuestro jardín infantil, nos alejamos de las prácticas tradicionales que generan estrés tanto en los niños como en los padres. No forzamos a los pequeños a participar en presentaciones de baile para el 18 de septiembre o para el Día de la Madre. En lugar de eso, promovemos actividades familiares donde todos comparten momentos de calidad: cocinando, bailando, descubriendo, jugando, riendo y corriendo juntos.
Respetamos el Ritmo Natural del Desarrollo Infantil
Nuestro enfoque en Casa Roble es ofrecer un espacio cuidadosamente preparado, pensado y orientado hacia el bienestar superior de cada niño y niña. Creemos firmemente que la educación debe centrarse en lo que realmente importa: el desarrollo integral del ser humano, respetando su ritmo y sus necesidades naturales.
Durante décadas, se ha hablado del «bien superior del niño», pero muchas prácticas educativas siguen ancladas en métodos caducos. En muchos jardines infantiles tradicionales y salas cunas en Las Condes, los niños todavía son sometidos a tareas que no respetan su desarrollo natural, como pintar plantillas o seguir líneas punteadas para prepararlos para la escritura. Estas tareas no tienen lugar en un jardín infantil Waldorf.
En Casa Roble, seguimos la metodología Waldorf, que respeta profundamente el desarrollo natural de los niños. Sabemos que, neurológica, emocional y físicamente, los niños menores de 7 años no están preparados para aprender a leer ni a escribir. Es por eso que, al igual que en países como Finlandia, donde la educación respeta estos ritmos, en Casa Roble también esperamos hasta que estén realmente listos. El resultado son niños felices, con un deseo innato de aprender y una comprensión profunda de lo que leen.
¿Por qué sucede esto?
Porque no los sometemos a tareas que no son naturales para su desarrollo. Observamos que los niños quieren aprenderlo todo, tocarlo todo y ayudarnos en todo. Nuestro papel, como padres y maestros, es encauzar ese deseo de aprendizaje, proporcionándoles las herramientas, el espacio y las condiciones para que lo logren. Todo esto se enmarca en un ritmo diario que les da seguridad y les permite crecer de manera saludable.
En Casa Roble, nos esforzamos por ser modelos dignos de imitar. Creemos que los primeros años son fundamentales y es por eso que nuestras maestras, formadas en pedagogía Waldorf, se dedican a acompañar a los niños y niñas con amor y respeto durante el primer septenio.
Te invitamos a conocer nuestro jardín infantil en Las Condes y descubrir cómo en Casa Roble ofrecemos una educación que respeta y nutre a cada niño.
¡Ven y vive la experiencia de una educación que pone al niño en el centro!
Con cariño,
Claudia Guerrero